El Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia de Tarifa es uno de los mejores conservados de la Península Ibérica en lo que al pasado romano se refiere.
Hoy os proponemos conocer un lugar lleno de historia para completar aún más vuestra visita a Tarifa. La antigua ciudad romana de Baelo Claudia se encuentra en un paraje espectacular conocido como la Ensenada de Bolonia, situado a unos 22 kilómetros al noroeste de la ciudad de Tarifa y muy cerca del Estrecho de Gibraltar.
Historia de Baelo Claudia
Los orígenes de la ciudad romana de Baelo Claudia se remontan a finales del siglo II a.C., destinándose desde sus inicios como puerto marítimo de enorme importancia estratégica en el comercio con las principales urbes norteafricanas.
La vida en esta ciudad portuaria alcanzó su mejor momento entre los siglos I a.C. y II d.C., gracias a la pesca, a la salazón de atunes y a la producción del “garum” (salsa de pescado hecha con vísceras fermentadas), hasta que, en la segunda mitad del siglo II, un gran maremoto produjo un tsunami que arrasó gran parte de la ciudad.
A partir de entonces, los restos han ido progresivamente viendo la luz y dejando ver las maravillas de este yacimiento romano.
Qué ver en Baelo Claudia
En Baelo Claudia podrás conocer todos los elementos típicos de una ciudad romana: el foro, acueductos, viviendas, un mercado y hasta los restos de la industria en la que se trabajaba con los productos del mar.
Baelo Claudia muestra la estructura propia de una ciudad romana, cercada por una muralla de la que nacen dos vías principales perpendiculares entre sí, Decumanus Maximus (este-oeste) y Cardo Máximo (norte-sur).
En torno a estas vías, se distribuían las principales dotaciones tanto de carácter público (foro, templo, basílica, teatro, mercado, baños…), como de carácter privado (viviendas, tiendas y pequeñas industrias), todo ello saneado con una funcional infraestructura de abastecimiento y alcantarillado.
Restos arqueológicos en Baelo Claudia
En el punto de intersección de las dos principales vías de la ciudad se ubica el foro, en torno al cual se levantaban los principales edificios públicos y administrativos.
Destacar también que hay tres templos iguales dedicados a los principales dioses del panteón romano: Júpiter, Juno y Minerva, también conocidos como la Triada Capitolina, además de un templo dedicado a la diosa Isis.
Una basílica judicial, situada en el foro frente a los templos, donde se desarrollaban actividades civiles y comerciales de Baelo Claudia. De forma contigua a la basílica llegamos hasta el mercado, donde se desarrollaba la actividad comercial.
Además, se puede apreciar en muy buen estado el teatro, con aforo de hasta 2.000 personas, dividido en tres sectores para acoger a los espectadores según su clase social.
Si seguimos nuestro particular viaje por esta ciudad romana, llegamos hasta un edificio de termas con tres salas bien diferenciadas, una de agua caliente, otra de agua templada y la última de agua fría.
Las distintas excavaciones han sacado a la luz parte de las fábricas, zonas de vivienda y ¡hasta una necrópolis!
Visitar Baelo Claudia
Al yacimiento se accede fácilmente en coche y cuenta con una zona de aparcamiento. Su visita cultural es gratuita si eres residente en la Comunidad Europea, y si eres de cualquier otro país tan solo es 1,50€.
De reciente construcción es el Centro de Interpretación de Baelo Claudia, que cuenta con una recepción y acceso al Conjunto Arqueológico Baelo Claudia construido junto a las ruinas, desde donde podrás disfrutar de unas vistas impresionantes de la playa de Bolonia y algunas muestras romanas muy interesantes como estatuas y utensilios encontrados en la ciudad de Baelo Claudia.
De esta forma, podemos conocer un poco más cómo era la vida entonces, cómo se desarrollaba su día a día, y así conocer y entender nuestro pasado y nuestro presente.
Playa de Bolonia
Tras visitar este conjunto romano, te invitamos a bajar a la playa de Bolonia, una de las pocas playas casi vírgenes que se pueden encontrar en el sur de la Península Ibérica, y disfrutar de sus 3.800 metros de arena fina.
Además, en ella se encuentra la famosa Duna de Bolonia de más de 30 metros de altura, originada por el viento de levante propio del estrecho de Gibraltar.
Esta duna fue declarada monumento natural en 2001 y sin duda merece la pena subir hasta lo más alto para poder contemplar desde allí la gran vista de la costa.