La Puerta de Jerez es uno de los símbolos más característicos y culturales de Tarifa. A través de ella, además de al casco antiguo de la localidad, se accede a toda la historia que guarda Tarifa en su interior.
La peculiar situación geográfica en la que se encuentra Tarifa, sin duda, ha marcado su historia, ya que por ella han pasado diferentes civilizaciones y cada uno de ellas ha dejado su impronta en el municipio.
Romanos y musulmanes entre otros, han ido dejando increíbles evidencias históricas de su paso, perfilando la ciudad y convirtiéndola en uno de los puntos clave de Cádiz, la provincia más al sur de la Península Ibérica.
Un ejemplo de ello es la Puerta de Jerez, uno de los monumentos más emblemáticos y representativos de la ciudad de Tarifa. En el siguiente artículo conoceremos su origen y analizaremos su estructura, ¿nos acompañas?
Origen de la Puerta de Jerez
El núcleo histórico de la ciudad de Tarifa, se encontraba delimitado por antiguas murallas medievales, declaradas Bien de Interés Cultural en 2003, hoy día, esta estructura se encuentra integrada a la arquitectura de la ciudad, como ocurre en la zona de la Alameda, donde se encuentra el monumento de Guzmán el Bueno.
En sus orígenes, este recinto amurallado estaba formado por tres puertas, la Puerta del Retiro, situada al este, la Puerta del Mar, al oeste y la Puerta de Jerez, al norte, siendo esta última la única que se conserva hoy día.
Fue construida en el siglo XIII, cuando se produjo la ampliación del recinto amurallado hacia el arrabal, cuando la ciudad estaba bajo el control benimerí.
Diseño de la Puerta de Jerez
En la parte exterior de la Puerta de Jerez, se pueden apreciar dos grandes torreones almenados, un elemento arquitectónico de defensa típico de la arquitectura militar medieval, que consiste en salientes verticales y rectangulares que coronan los muros, con espacios entre ellos, por los que se asomaban las bocas de los cañones.
En su exterior, se muestra un notable arco de herradura de origen árabe, realizado a base de ladrillos, que constituyó la entrada principal a la ciudad desde Jerez, de ahí su nombre.
Sobre su gran arco central existe una placa con una leyenda bajo el escudo local que recuerda la toma de la ciudad por Sancho IV el Bravo en la que se puede leer: «MUY NOBLE, MUY LEAL Y HEROICA CIUDAD DE TARIFA GANADA A LOS MOROS REINANDO SANCHO IV EL BRAVO, EL 21 DE SEPTIEMBRE DE 1292»
Bajo el mismo, se puede apreciar una sucesión de arcos y bóvedas, un conjunto de elementos realizados en ladrillo, donde destacan los arcos de herradura que sostienen el cuerpo superior del monumento.
El Cristo de los Vientos de Tarifa
La Puerta de Jerez fue restaurada en el año 2000, y desde entonces, en la pequeña hornacina de su parte central, se ubica «El Cristo de Los Vientos«, obra del artista tarifeño Guillermo Pérez Villalta, quien lo donó a la ciudad.
En la pieza podemos ver un Cristo policromado sobre un fondo de pan de oro, sumergido hasta la cadera en las aguas del Estrecho mientras soplan sobre él los vientos de levante y poniente. La hornacina luce un color azul que no deja a nadie indiferente, además, los azulejos sobre los que reposa la obra también son de la autoría de Pérez Villalta.
Localización en Tarifa de la Puerta de Jerez
La Puerta de Jerez se encuentra integrada con el resto de edificios de la zona que a su vez están integrados en la antigua muralla, en la intersección entre la Avenida de Andalucía, la calle Amador de los Ríos y la calle Batalla del Salado, donde se encuentran las tiendas de camisetas y souvenirs de Tarifa.
Aunque hoy día la Puerta de Jerez ha perdido su carácter defensivo, su estructura externa se mantiene prácticamente sin alteraciones, y conforma un elemento muy significativo de la ciudad que no puedes perderte en tu visita. Además, pese al paso de los años, sigue considerándose el principal acceso al casco antiguo de Tarifa.